Blog

El entorno

Por Carla V. 

 

Cómo saber qué pedirte

cargo un enojo anclado al cuello,

cualquier chispa lo despierta.

 

Cuando lo das por sentado

“Ya vas a ver cuando seas madre”

mi herida se abre más,

cianuro sale disparado como un vómito y freno,

lo detengo justo a tiempo,

derrochar energías en conflictos es inútil,

mi gesto punzante hará su efecto.

 

Respirar una, dos, tres veces

Ayuda a evitar comentarios escupidos.

 

Acompañar en silencio es sabio

Demasiado silencio es incómodo.

 

Soy una molestia

Lo sé

temés decir de más

El error está en la puerta de tu lengua

Tu mirada depositada en otros niños

Me recuerda la ausencia de los míos.

 

Qué incómodo preguntar y escuchar mi laberinto clínico.

La vida fluye si hablamos más de viajes que de abortos

los días son más livianos si fingimos alegría

las horas son más felices si no te lloro

los minutos más veloces si te lo ahorro.

 

El dolor es propiedad privada

no hay nadie invitado a esta fiesta del dolor

me doy lástima cuando quiero

me felicito cuando puedo

pido recreo un día de sol

y un abrazo sanador sin explicación.

 

Hay quienes preguntan sin bozal

mi vida es más que esta imposibilidad

quiero vivirla y disfrutar

no te voy a juzgar

si esta vez la dejamos pasar

prefiero ir a un recital sin recordar

no hay ningún chisme que alimentar.

 

Hay preguntas que abren, que invitan

“Ustedes cómo están?”

Es simple la evasión si se desea

espontáneo responder con sinceridad,

si la pregunta se vislumbra verdadera.

 

 

Comentarios

Disculpe, los comentarios están cerrados en este momento.