«Si algún factor preocupante hay en el periodismo, ese uso inconsciente del poder de la información»
En septiembre de 2014 Javier Darío Restrepo fue reconocido, junto a Marcela Turati, por su Excelencia periodística por el Premio Gabriel García Márquez de Periodismo http://www.fnpi.org/premioggm/2014/09/ganador-de-la-categoria-excelencia/
Publiqué esta entrevista en diciembre de 2002 en el sitio www.periodismosocial.net
“El periodismo utiliza hoy sólo el 10 por ciento del poder que tiene la información”, afirmó ayer el periodista colombiano especialista en Ética, Javier Darío Restrepo. De visita en Buenos Aires para dar un taller organizado por el Foro de Periodismo Argentino (Fopea), el integrante de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, de su amigo Gabriel García Márquez, conversó con este diario sobre la situación de los medios, las responsabilidades del profesional y la actitud de los receptores, a la que calificó de “totalmente pasiva”.
¿Cuáles son los principales males del periodismo hoy en América Latina?
-Uno de los principales es la falta de independencia. Porque la falta de independencia te ciega las fuentes de información o te ciega el acceso a la verdad. Un periodista que no cuida su independencia entra a quedar en las manos de todos los que lo informan y de acuerdo con lo que ellos quieran informar. Queda al servicio de los intereses de otros y no del interés público, que es el único al que el periodista debe servir. Al lado de esa falta de independencia, está la falta de conciencia sobre el poder del instrumento que el periodista tiene en las manos. Hay una inconsciencia muy peligrosa en el manejo de los medios de comunicación y particularmente en el manejo de la información. Se cree que la información es algo inocuo que no tiene consecuencias y eso vuelve muy peligroso su manejo. Así, se hace mucho daño a personas, a instituciones, sin que el periodista capte qué es lo que está pasando y cuáles son las consecuencias de su información. Pero me parece que es también inmensamente preocupante que el periodista no está utilizando todo el potencial que los medios de comunicación tienen para el servicio de la sociedad.
-¿Potencial en qué sentido?
– Te hago la comparación. Un problema que tenemos generalmente los que usamos computadores es que en el comienzo uno lo utiliza solamente como una máquina de escribir, fabulosa, carísima y nada más. Ya con el tiempo uno descubre que lo menos importante de un computador es que sea máquina de escribir, porque tiene infinidad de usos. Pero esos usos no se están aprovechando. Con el periodismo, con la información, sucede lo mismo. Sólo se lo está utilizando digamos en un diez por ciento. Pero el noventa por ciento del potencial, del poder que tiene la información, ese no se está utilizando. Y a veces ese poder se activa contra lo que el periodista pretende o sin que el periodista lo sepa. Pero el hecho es, que si algún factor preocupante hay en este momento en ese uso inconsciente del poder de la información.
–¿Y qué hay de ese uso consciente de los medios en función del beneficio personal, dejando la ética de lado? Los famosos periodistas a sueldo.
– Ese es un problema de todo el continente y me atrevería a decir de todo el mundo. Ahí tienes tú el caso Berlusconi: utilización de los medios de comunicación para su propio beneficio y ahora es toda Europa la que lo tiene enfrente. ¿Cómo contrarrestar ese problema? Ahí tienes un interrogante bien serio que a veces los gobiernos tratan de responder. Entonces vienen las legislaciones, que a veces se convierten en rey de burlas porque no tienen aplicación y, sobre todo, porque el poder que tienen los medios de comunicación es tal que las leyes mismas no llegan a tener una aplicación. Los medios como que se blindan contra cualquier intento de control por parte de los gobiernos. Entonces si no son los gobiernos ¿quién? Y allí es donde viene el inmenso papel que no están cumpliendo, que tendrían que llegar a cumplir los lectores o los receptores de la información de cualquier medio. Es un fenómeno bien preocupante: hoy los receptores de información son receptores totalmente pasivos. Ellos no saben cuáles son sus derechos o aún sabiéndolo, no saben cómo los pueden defender. No han tenido en cuenta el poder que tiene la agremiación, la unión entre los distintos receptores de información.
-¿De qué forma cree que los receptores pueden controlar a los medios?
– En algunos países ya existen ligas de televidentes, por ejemplo. Si esas ligas de televidentes se extendieran, llegarían a constituir un poder capaz de controlar los medios de comunicación. Y ese sería el poder más legítimo. Los gobiernos se deslegitimarían al controlarlos porque ellos son los fiscalizados por los medios y, entonces, asumirían un papel de juez y parte. En cambio la población es la que está llamada a eso. Es la fuerza con que tiene que contar la democracia para que los medios no estén erosionando y debilitándola.
Existe el periodismo económico o el político ¿Le parece que existe el periodismo social? ¿Cómo debería enfocarse este tema desde los medios?
En realidad todo periodismo debe ser social porque si tu estás cubriendo el área política por ejemplo, lo que está por debajo, como animando todo el área política son precisamente los intereses de la sociedad. Y si estás cubriendo lo deportivo, lo deportivo tiene una incidencia grandísima en lo social. Por tanto todo periodismo es social. Lo que pasa es que el problema que tienen que resolver los medios de comunicación y al que se enfrenta el periodismo es la utilidad que tenga para el medio de comunicación la publicación de determinada clase de informaciones. Y las informaciones, desde el punto de vista de la utilidad, están clasificadas. O sea, informaciones que no son útiles, que no venden periódicos, esas informaciones en gran parte adquieren ese prejuicio por la forma en que se presentan los distintos temas. Entonces yo pienso que la relevancia que puedan tener los intereses de la sociedad depende no tanto del tema, cuanto de la forma en que el periodista los tratas. Y la forma en que el periodista los trate depende de la conciencia profesional que se tenga. Dentro de esa conciencia profesional hay una parte de sensibilidad a los intereses de la comunidad. Ahí en la ética un aspecto que me llama la atención. Lo encontré en dos códigos de ética, uno de Israel y otro de Liberia, en donde se establece esta especie de equivalencia. Y es el periodista que en el ejercicio de su profesión sirve a la sociedad, produce necesariamente un periodismo de más alta calidad. De donde sale lo otro: si el ejercicio periodístico no es para servir a la sociedad fatalmente el periodismo que se hace es un periodismo mediocre.
¿Y cómo ve en este sentido la situación de los medios en Latinoamérica?
No se puede generalizar porque en realidad la situación es muy distinta en los distintos países. Hay un elemento común y es un elemento catastrófico que es que está muy acentuada la tendencia en muchos países de que los políticos y los ricos quieren manipular los medios de comunicación. Y naturalmente cuando un medio de comunicación se convirtió en una pieza dentro de la estrategia de enriquecimiento o de consolidación de un poder político, pierde su naturaleza. Entonces es un medio de comunicación degradado, prostituido porque está al servicio del provecho de alguien. Y la naturaleza del medio de comunicación es estar al servicio de toda la sociedad. Eso está sucediendo en muchos países. Los que uno encuentra son esfuerzos más bien solitarios y muy modestos para hacer ese tipo de periodismo al servicio de la sociedad. Y son esfuerzos muy valiosos. Pero que en realidad tendrían que multiplicarse para cambiar poco a poco, progresivamete, la perspectiva que los medios de comunicación tienen. Esa pugna entre comercialización de los medios y medios al servicio de la sociedad es una pugna que siempre ha existido y que sólo se puede resolver en la conciencia de personas. A veces las leyes tratan de intervenir allí, pero con todas las limitaciones que tienen los estados y los gobiernos para entrar en este tipo de conflictos.
Luciana ManteroEntrevista publicada en el sitio web www.periodismosocial.net, diciembre 2002
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